Las calderas de condensación a gas combinan las características de ahorro y protección del medio ambientales con el confort en la producción de calor, tanto para calefacción como para producción de agua caliente sanitaria. Las calderas de condensación logran el mayor aprovechamiento energético: A través de la recuperación del calor de los humos, aportándolo al circuito de calefacción, utilizando esta energía, que en otro tipo de calderas se desperdicia se ahorra combustible. Se obtiene una eficacia normalizada de hasta el 110% a la vez que un consumo mínimo y una emisión contaminante reducida (NOx clase 5).